Si nos montamos en los libros y damos un paseo por la historia para conocer el origen de todas las ideas, costumbres y creencias que tiene el mundo y los hombres sobre el amor y el sexo, quizás un buen punto de inicio sería Grecia. En la mitología griega existía una diosa que se llamaba Afrodita, era la diosa del amor y en Roma se conocía con el nombre de Venus. Se dice que es hija de Urano, cuyos órganos sexuales fueron cortados por su padre Cronos, cayeron al mar y engendraron a la diosa. La “mujer nacida de las olas” o nacida del “semen de dios”. Afrodita representaba los placeres carnales, la pasión, la lujuria y la belleza. En ella se encontraban todos los sentimientos que se relacionaban con el amor entre hombres y mujeres. También está Eros que representa el amor y el sexo. Nace de la unión de Poros (el recurso) y de Penía (la pobreza) en el jardín de los dioses, al final de un gran banquete donde habían sido invitadas todas las divinidades. Existen otras fuentes que explican su origen como hijo de Hermes y Afrodita. Se representa como un niño con alas que lleva un arco y una flecha, nosotros lo conocemos con el nombre de Cupido. Si avanzamos un poco en el tiempo y nos vamos a la Edad Media nos encontramos que en el siglo XI surgió una filosofía sobre el amor que se dio en una ciudad llamada Provenza (provincia al sur de Francia) con el nombre de Amor cortes. Se escribieron novelas, poesía y cuentos como El Decamerón de Giovanni Boccaccio. Los enamorados le cantaban o el escribían poemas a la amada, la cual permanecía distante, pura, perfecta e inalcanzable. Las mujeres es esos días eran idealizadas por sus enamorados que casi nunca las podían tocaban, sólo las contemplaban de lejos y les declaraban su amor. Muchas de estas mujeres eran casadas y ese amor era un secreto, pero era algo muy común en esa época. Durante muchos años tanto hombres como mujeres consideraban su cuerpo y cualquier tipo de placer, en espacial el sexual como pecado, debido a creencias religiosas cristianas.
Durante años la humanidad sufrió de enfermedades de transmisión sexual como sífilis, que fue mortal durante mucho tiempo. Imagínate que el preservativo se inventó en el siglo XVII, pero su uso no comenzó a divulgarse hasta el siglo siguiente, porque el sexo antes del matrimonio estaba mal visto y era penado por la iglesia. Incluso hoy en día en algunas partes del mundo los hombres todavía creen que masturbarse puede dejarlos ciegos, hacerles crecer pelos en las manos o que se les caiga el pene. También se les prohíbe a las mujeres expresar deseos sexuales o llegar a este tipo de información. Todas estas creencias producto de la ignorancia nos han sido heredadas de generación en generación. Uno de los logros que hemos alcanzado en las últimas décadas, en especial a partir de los años 60 cuando se dió la revolución sexual, gracias a que hombres y mujeres empezaron hablar y practicar el sexo libremente, incluso la comunidad gay se hizó pública (hombres con hombres y mujeres con mujeres) El sida y los preservativos ocupan un lugar muy importante en las discusiones de los gobiernos, en la televisión, la radio y las revistas. Nacen revistas como Play Boy y Hustles en Estados Unidos, que se dedican a promover el sexo, con fotos de mujeres desnudas y tratan de abordar el tema sin recato ni censura.
Se tenían muchas creencias erradas debido a la falta de información y la ignorancia. Por ejemplo, algunas reinas no podían tener hijos o varones y eran despreciadas por sus esposos por esa razón, así como muchos hombres sufrían de impotencia o eran infértiles y decían que era culpa de su esposa o brujería. Incluso en 1910 en México las mujeres casadas que iban a tener relaciones con sus esposos debían usar una sabana sobre su cuerpo con un hueco a nivel de los genitales para que sus esposos no las tocaran durante el sexo. Esto se uso durante mucho tiempo porque se tenía la idea que sólo se debía tener sexo para tener hijos. La mayoría de estás creencias eran trasmitidas o enseñadas por los colegios católicos, los padres, etc. que veían cualquier pensamiento o intercambio amistosos entre hombres y mujeres como algo malo. A la mayoría de la mujeres de esa época no se les permitía salir solas a la calle, debían hacerlo con una mujer mayor de confianza a la cual se le llamaba chaperona. Su trabajo era cuidar la virtud y la honra de la chica para evitar las habladurias y los comentarios de la sociedad. También acompañaba a las chicas cuando tenían novio, porque no se les permitía salir solos. En esa época se vivía mucho en función de lo otras personas podían pensar de ti y tu familia, por eso se trataba de mantener una buena reputación con una serie de reglas muy estrictas. (algo de esto se suena familia) También se pensaba que las mujeres debían ser vírgenes antes de casarse para permanecer puras.
Durante años la humanidad sufrió de enfermedades de transmisión sexual como sífilis, que fue mortal durante mucho tiempo. Imagínate que el preservativo se inventó en el siglo XVII, pero su uso no comenzó a divulgarse hasta el siglo siguiente, porque el sexo antes del matrimonio estaba mal visto y era penado por la iglesia. Incluso hoy en día en algunas partes del mundo los hombres todavía creen que masturbarse puede dejarlos ciegos, hacerles crecer pelos en las manos o que se les caiga el pene. También se les prohíbe a las mujeres expresar deseos sexuales o llegar a este tipo de información. Todas estas creencias producto de la ignorancia nos han sido heredadas de generación en generación. Uno de los logros que hemos alcanzado en las últimas décadas, en especial a partir de los años 60 cuando se dió la revolución sexual, gracias a que hombres y mujeres empezaron hablar y practicar el sexo libremente, incluso la comunidad gay se hizó pública (hombres con hombres y mujeres con mujeres) El sida y los preservativos ocupan un lugar muy importante en las discusiones de los gobiernos, en la televisión, la radio y las revistas. Nacen revistas como Play Boy y Hustles en Estados Unidos, que se dedican a promover el sexo, con fotos de mujeres desnudas y tratan de abordar el tema sin recato ni censura.
Sin embargo, a pesar de todos los años que han pasado y todas las luchas que muchas personas hicieron para hacer de este tema algo libre y sin prejuicios no lo hemos logrado totalmente, y todavía algunos adultos no hablan de “eso” abiertamente. Quizás porque piensan que como está en todas partes no hay más que decir, que es responsabilidad de los maestros o que lo aprenderemos solos. Existen muchas razón por lo cual esto sigue ocurriendo, como las emocionales. Por ejemplo cuando pasamos por una mala experiencias y nos cerramos a disfrutar del amor, del placer, hacemos de ese evento una regla (pensamos que siempre va hacer así) Quizás te ha pasado con alguna materia como matemáticas, sales mal una vez o no te gusta porque no entiendes bien algo y piensas que siempre va hacer así. Entonces decimos cosas como: las matemáticas son un fastidio o ¡las odio, me hacen la vida imposible! Los adultos hacen lo mismo con sus experiencias con el sexo y el amor, por eso escuchamos cosas como: ¡todos los hombres son unos mentirosos y engañan a las mujeres!, ¡casarse es horrible! o el amor sólo es bueno al principio. ¡La buena noticias es que podemos cambiar todas esas ideas que venimos escuchando desde hace tiempo y nos parecen un verdad absoluta! por eso hemos creado este libro y este espacio para que nos cuentes tus dudas, los mitos o creencias que tienes o has oído sobre el sexo, el amor y todo lo relacionado con este tema.
Actualmente estamos expuestos a diferente medios de comunicación que operan con los mismos valores y reglas sobre como debemos amar, a quién, por qué y para qué. Vemos en las series, novelas y películas a las chicas “bellas” que son “malas” e “interesadas” y siempre tienen relaciones con todo el mundo, o mujeres que buscan estar con hombres que no las quieren o hombres que tienen muchas novias y las desprecian. Todos estos patrones se repiten. Lo cierto es que nosotros a partir de ahora podemos decidir cuales creencias y valores queremos para nuestra vida. Vamos definiendo nuestra personalidad gracias a las influencias de amigos, familiares y nuestro entorno, y ahora somos nosostros los responsables por las elecciones que hacemos y las acciones que realizamos. Seguramente habrás visto muchas cosas en tu casa, en la forma como tu papá y tu mamá o tus tíos llevan su relación de pareja, pero ten muy presente que las elecciones que ellos hayan hecho en su vida no significa que tú debas vivir las mismas experiencias que ellos. Si estás de acuerdo con su forma de actuar serán entonces modelos a seguir, si no es así siempre puedes buscar otro camino. De ahora en adelante ¡pendiente de tu mente y de tu cuerpo, escuchalo y pon mucha atención a todo lo que te rodea! Crecer en algo maravilloso, no es para sentir pena por nuestros cambios físicos o nuestros pensamientos. Vamos hablar, a preguntar y a compartir más.
*Nacimiento de Venus, de Sandro Botticelli.
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