De acuerdo con el terapeuta familiar y de pareja Rodolfo Justine, el juguete sexual es como cualquier artículo de uso personal, por lo que debe lavarse con detergentes y antibacteriales después de tener una relación. Además, es menester seguir las instrucciones del fabricante.
El experto también señala que estos aparatos no son un substituto para el encuentro sexual con una pareja, ya que el encuentro entre ambos abre a que la experiencia sea más trascendental y que vaya más allá de lo genital. No use los juguetes sexuales con exclusividad en la zona genital, la persona tiene que ser creativa, recomienda por su parte la psicóloga María P. Cárdenas.
"Estos objetos también son una herramienta para que las parejas conozcan y exploren sus cuerpos, tanto el del hombre como el de la mujer (en el caso de las parejas heterosexuales); el ejercicio de alguna manera es perder el miedo al cuerpo, desmitificar el sexo y explorar el órgano sexual-sensorial más amplio, que es la piel", indicó.
Pero, estos "deben ser utilizados con inteligencia y en equidad (con consentimiento mutuo) y utilizados al servicio de la intimidad (conocerse tal como son) los juguetes deben producir un escenario para que la pareja experimente a niveles de mayor intensidad, placer y mayor confianza", apuntó el terapeuta familiar.
Otro de los beneficios que puede tener un juguete sexual es que le ayudan a reducir el estrés y la tensión.
El experto también señala que estos aparatos no son un substituto para el encuentro sexual con una pareja, ya que el encuentro entre ambos abre a que la experiencia sea más trascendental y que vaya más allá de lo genital. No use los juguetes sexuales con exclusividad en la zona genital, la persona tiene que ser creativa, recomienda por su parte la psicóloga María P. Cárdenas.
"Estos objetos también son una herramienta para que las parejas conozcan y exploren sus cuerpos, tanto el del hombre como el de la mujer (en el caso de las parejas heterosexuales); el ejercicio de alguna manera es perder el miedo al cuerpo, desmitificar el sexo y explorar el órgano sexual-sensorial más amplio, que es la piel", indicó.
Pero, estos "deben ser utilizados con inteligencia y en equidad (con consentimiento mutuo) y utilizados al servicio de la intimidad (conocerse tal como son) los juguetes deben producir un escenario para que la pareja experimente a niveles de mayor intensidad, placer y mayor confianza", apuntó el terapeuta familiar.
Otro de los beneficios que puede tener un juguete sexual es que le ayudan a reducir el estrés y la tensión.
Tomado de www.69grados.com
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